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4º Año Primaria





         La sabiduría de los pueblos originarios que habitaron América antes de la
         conquista  europea  es  rescatada  desde  la  tradición  oral  que  los

         caracterizó.       Recuperar        estas      narraciones        primigenias        que      se
         transmitieron,  de  generación  en  generación,  alrededor  de  un  fuego  en  el
         medio de la pradera, resguardados en la selva, a bordo de una canoa o en
         la cima  de  un cerro, es parte de  la gran tarea de  conocer  nuestra propia
         identidad. La sabia cosmovisión de estos pueblos que vibraban en unidad
         con la naturaleza nos muestra valores que es necesario rescatar.



                               ¿POR QUÉ LOS TRÉBOLES DE

                            CUATRO HOJAS TRAEN SUERTE?





                       (Leyenda creada en forma colectiva por los alumnos de 4º A)

           H
                          ace  mucho  tiempo,  en  un  campo  muy  lejano  donde  abundaban
                          tréboles, sucedió algo inesperado. Escondido entre pasto y flores,
                          nació un diminuto trébol, distinto a los demás, tenía cuatro hojas.
                          Nunca antes se había visto algo igual.

         A medida que fue siendo descubierto por las especies del lugar, comenzaron los
         rechazos, las burlas y las risas, por su condición de ser distinto.

                Todos se preguntaban con asombro por qué había sucedido esto.
                Cierto día una familia organizó una salida al campo.

         Emi, la más pequeña y traviesa de la familia, jugando a la escondida, tropezó con
         una piedra y se cayó. Tendida en el suelo, se detuvo a observar la gran cantidad
         de tréboles que la rodeaban.

                Un rayito de sol iluminó el lugar donde se encontraba un pequeño trébol,
         diferente a los demás. Tanto le llamó la atención, que lo arrancó y se lo guardó en
         el bolsillo.

                Al atardecer, de regreso a casa, Emi escuchó un suave susurro que venía
         de su pantalón. Para su sorpresa, era el trébol el que le hablaba.

         Hizo silencio y comenzó a dialogar con él.

         _ ¿Qué sucede?_ dijo Emi

         _Desde  pequeño  me  trataban  mal  y  no  he  podido  superarlo.
         Me siento vencido cada vez que lo intento.
         _Tranquilo,  a  partir  de  hoy  irás  conmigo  a  todas  partes.  Yo  te

         protegeré.
         _ ¡Gracias!



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